jueves, junio 02, 2005

¿HABIA TENIDO IMPORTANCIA?, por Rolando Drut

En tren de re-pensar sobre nuestras historias personales, Hélène me hizo reflexionar sobre valores perdidos, o qué me hicieron perder durante mi vida.
Me refiero a mi identidad como judío y el sentido de pertenencia a una comunidad en particular.
Nací en París, en el “Hopital Rothchild” (hospital Israelita), en plena ocupación y, naturalmente a un niño judío era necesario circuncisarlo. No era el momento más adecuado, para realizar dicha tarea, ni para festejo alguno. Mi padre había logrado ser liberado del Campo de Internación de “Bonne La Rollande”. Y encontrar un mohel, no era demasiado fácil. (Es la primera vez que escribo sobre el tema, como para ser difundido). Bueno, al nacer, ya obtengo el primer traspié en la constitución de mi identidad como judío. ¡No hay mohel¡ ¿Qué hacer? ¡Buena pregunta¡ se deben haber hecho mis padres ante tamaña encrucijada, ya que ambos habían recibido una educación judía. Hablaban Yiddish, y tuvieron su Bat y su Bar-Mitzvá. En plena guerra, en plena persecución, tienen que optar. Y optan. Deciden pedirle a un cirujano del hospital, que realice una “operación”, que nunca había efectuado anteriormente. Buena disposición, de parte del médico en cuestión, pero... resulta que un mohel, es un mohel y sabe hacer su trabajo... un sastre es un sastre... pero ¿un cirujano?...
Ocurre, hoy, debo confesar, (no digo que lo puedan mirar, ni verlo), que aquel pequeño inconveniente, producido al inicio de mi vida, tuvo y tiene la doble y eterna significación: lo que me ha sido dado como judío y lo que la circunstancia me ha quitado. Y como anécdota: la circuncisión fue mal realizada, (reitero no lo puedo mostrar, pero deben creerme, yo no miento).
Puede resultar una anécdota “cuasi” graciosa, pero no lo es, ya que ha significado a lo largo de mi vida, un recordatorio constante y diario de lo vivido. De grande, como Hélène, tuve que aprender, o volver a aprender, todo aquello que mis padres me transmitieron en una oralidad parcializada y apurada. Todo no se había perdido. (Aclaro que tuve 4 hijos).